martes, 27 de septiembre de 2016

De cazatalentos, presuntas editoriales y otras (malas) hierbas

Hace mucho que no vengo a contarte cositas, en parte porque todavía no tengo noticias literarias que compartir, y en parte porque este año no siento tanto la necesidad de comunicarme como la de reencontrarme con esa parte de mí que estuvo tanto tiempo perdida (o dormida, o en coma, vete a saber) que necesitó doce retos y un NaNoWrimo personalizado y autoimpuesto para empezar a resucitar y que incluso después de haber vuelto el año pasado (y demostrar que conserva el toque y que cuando se lo propone es capaz de darme textos fantásticos) aún se muestra esquiva como la sombra de Peter Pan, negándose a quedarse conmigo el tiempo suficiente para que me la cosa al alma y así mantenerla a mi lado. A ratos tecleo, y lo que escribo me llena y me satisface, pero no lo hago durante muchos días seguidos, y ante el temor de volver a hallarme varada en medio del mismo camino en el que me quedé estancada hace años, y en un intento de forzar a la voluntad para derrotar de una vez por todas a la desidia, a la cobardía y a la resignación, todas ellas grandes maestras en la fabricación de excusas, apago el ordenador y busco a mi sombra esquiva en un cuaderno, en algún rincón de mi estantería o en el triste y aburrido paisaje que se ve desde mi ventana; sin internet, sin redes sociales, sin móvil, sin más distracciones que esa lucha interna (que se me antoja eterna) entre la necesidad y las ganas por un lado y la pereza y la falta de motivación por el otro.

Hoy, sin embargo, rompo mi silencio y salgo de mi cueva de ermitaña para compartir contigo una estupendísima noticia que te va a dejar con la boca abierta. Y es que ¡por fin! he recibido ese correo tan anhelado por todo escritor que sueña con ver su trabajo publicado... y todavía no sé si echarme a reír o ponerme a gritar.

Y es que nos han dicho cientos de veces que publicar con una buena editorial es misión imposible cuando menos, que tienes que llamar a docenas de puertas antes de que que algún editor o asesor editorial se muestre ligeramente interesado en tu propuesta, que tienes que armarte de paciencia y estar dispuesto a recibir muchas negativas, o incluso muchos silencios, porque no todas las editoriales a las que te dirijas responderán a tu carta de presentación; que si no has publicado nada antes, o sí lo has hecho pero no has tenido repercusión y tu nombre es uno más entre una multitud de desconocidos, va a ser muy difícil que ningún editor se moleste en escucharte.

Y nos lo hemos creído, qué ingenuos, qué bobos.

¡Pero si publicar es súper mega fácil de la muerte!

Verás, lo que nadie nos ha dicho nunca es que existen ojeadores y cazatalentos ocultos en la red, observando y valorando nuestro trabajo, dispuestos a recibirnos con los brazos abiertos y a publicar nuestra novela haciéndose cargo de todos los gastos y blablabla. Y que no necesitas mandar ningún mail, porque en cualquier momento ellos van a enviarte uno a ti, así, por tu cara bonita, porque el trabajo que compartes en las redes sociales o en tu blog o en tu página web tiene muchísima calidad y no merece quedarse inédito y pasar desapercibido. Vaya, que publicar con una editorial es lo más fácil del mundo. Sólo tienes que esperar sentado a que llegue ese e-mail y darle al botón de responder sin pensártelo dos veces.

Y yo, ¡yo!, he sido la afortunadísima escritora novel a la que nadie conoce que ha recibido dicho e-mail. Je. O debería decir: ¡Ja!

Permite que comparta contigo el contenido de dicho correo, así tal vez comprendas la ironía de este post y de ese ¡Ja! que acabo de escupir.

Bienvenida Bea, te financiamos tus escritos inéditos en libreráis al 100%
Ediciones Mouse
Estimada Bea, desde ediciones Mouse te damos la bienvenida y nos es grato comunicarte que publicamos tu manuscrito de forma tradicional y corriendo nosotros con todos los gastos de edición y distribución. Después de valorar tus escritos en  internet pensamos y apostamos que puede tener interés ante los libreros y lectores.
Ediciones Mouse es una editorial tradicional nacida en Irlanda y extendida por todo Reino Unido siendo ahora pionera en España.Nuestra metodología consiste en ojear y observar a escritores de toda índole y de cualquier género literario que publique sus escritos en la redes sociales,blogs,wattpad,etc,con un equipo de profesionales y colaboradores en distintos sectores del mundo editorial al corriente de todo lo que se comenta en el ámbito literario.Somos unos cazatalentos cuyo objetivo es enviar a librerías los escritos de aquellos escritores noveles que no tienen ninguna ayuda ni pueden costearse la financiación de una publicación o bien han pasado desapercibidos en el ámbito editorial.Durante meses venimos observando su trabajo y viendo potencial en tus escritos. Por eso confiamos en tu obra, en tu manuscrito y vamos a invertir el 100%  de nuestro capital para publicar tu libro con todo nuestro respaldo y asesoramiento de forma tradicional.
Debes de vivir en España y que tu manuscrito sea inédito para publicarte. Nuestra labor como editorial consiste en la corrección de texto, diseño de portada,maquetación, isbn,gestión de la firma de libros en tu presentación en sociedad de ti como escritor y de tu obra en tu ciudad, distribución en librerías, portales de internet, etc.
Lo planificamos, nos encargamos y gestionamos todo. Nuestro lema es fomentar la literatura y a escritores noveles de España para entretener a nuestros lectores y potenciar la lectura en nuestro país. Por favor, si estas interesado para formalizar nuestro compromiso y redactarle el contrato de edición de su libro necesitamos nos envíes tus datos personales, manuscrito completo en un solo archivo de word, biografía, sinopsis del libro y fotografía.
Visita nuestra web.
www.edicionesmouse.es

Bueno, y ahora que lo has leído, dime: entre reír o gritar, ¿qué harías tú? A mí es que lo absurdo no me suele hacer demasiada gracia, más bien me ofende; además, cuando al leer según qué me empiezan a sangrar los ojos, grito. Y como no tengo a nadie cerca para desahogarme, grito aquí, en mi rincón, por si hay alguien al otro lado con ganas de escuchar y algunos minutos para perder.

¿Alguna vez has recibido un correo en el que te dicen que eres el único beneficiario de una herencia perdida en el culo del mundo, o has entrado en un sitio web y te ha saltado una ventanita que te felicita por ser el visitante número un millón y que has ganado un ídem que recibirás en cuanto le des al botón que parpadea en esa ventanita? Y te lo has creído y has respondido al correo o has pinchado en el botoncito, sí, claro, seguro que sí. Pues esa misma cara es la que se me ha quedado después de haber leído este mensaje que, no me preguntes por qué, ha aparecido en mi bandeja de entrada y no en la carpeta de correo no deseado. Cazatalentos, editoriales serias... ¡Ja!

Llámame tiquismiquis, pero alguien que redacta un mail con faltas de ortografía ya en la primera línea (libreráis, uf), que no parece conocer la existencia de la coma del vocativo (Bienvenida Bea), que no sabe que después de un signo de puntuación va un espacio en blanco y que tan pronto me habla de tú como de usted, por no mencionar esas frases tan mal construidas que parece que hayan utilizado el Bing para traducir un texto del original (suponiendo que el original fuera inglés, dado que dice que son nacidos en Irlanda), no me parece experto en corrección de texto o maquetación precisamente.

Llámame desconfiada, pero alguien que afirma llevar meses siguiendo mi trabajo en internet me parece un mentiroso descarado, porque quien me sigue realmente sabe que hace años que no asomo por Wattpad ni publico textos inéditos en mis blogs (que, de hecho, tengo bastante abandonados por falta de tiempo, de ganas y de noticias que compartir).

Llámame paranoica, pero que alguien a quien no conozco y con quien no me he puesto en contacto me dé la bienvenida y me pida que le envíe mis datos, mi manuscrito y mi foto no me hace saltar de alegría, sino que me ofende y me escama a partes iguales.

Porque yo seré una ingenua que desconoce los entresijos del mundo editorial, pero los años y la experiencia me han enseñado que los milagros no llueven del cielo y que nadie consigue nada a menos que se mueva y trabaje duro y busque y pida ayuda después de ofrecer una muestra de lo que sabe hacer. Así que ahora mismo estoy ligeramente enfadada, porque no me gusta que me tomen por boba. Ni que nadie juegue con las ilusiones y las esperanzas de la gente que tiene un sueño y desea sobre todas las cosas verlo cumplido. Que igual estoy equivocada y estos de Mouse son gente seria y legal y toda la pesca, y, ¡eh!, tú eres muy libre de pinchar en ese enlace y visitar la página web de esa (presunta) editorial y rellenar el formulario para ponerte en contacto con ellos y tal, pero yo voy a seguir llamando a puertas, trabajando lo más duro que pueda (o al menos intentando recuperar a mi sombra esquiva y derrotar a las madres de las excusas) y enviándole mi manuscrito a quien yo decida, aunque sepa que lo más probable es que me lo rechacen o que ni siquiera lo lean y jamás lleguen a responderme.

Pero déjame decirte una cosita, algo que no te había contado todavía porque, como te he dicho, mi necesidad de comunicarme es menos importante que la de volver a escribir para mí misma en estos momentos: mi primera carta de presentación obtuvo respuesta a los pocos días, mi manuscrito fue leído y valorado por un asesor editorial de peso que decidió recomendarlo para su publicación, y si la editorial en cuestión no hubiera sufrido ciertos cambios internos quizás ahora mismo estaría contando los días para darte la buena noticia. Y aún te diré otra cosita: mi segunda carta de presentación obtuvo respuesta a los pocos días, y aunque la respuesta no era muy alentadora, pues el sello en el que podría encajar mi novela lleva un tiempo en stand-by y no tiene pinta de empezar a mover la patita en breve (a menos que de pronto lo que ya lleva publicado empiece a venderse como churros), el editor que respondió tan amablemente a mi mail tiene mi manuscrito en su poder y prometió leerlo y hacer una valoración antes de rechazarme por motivos técnicos. Así que no desesperes, porque si a mí me han respondido (y con mucha presteza y amabilidad, debo decir) es que la cosa no está tan jodida como nos han contado. Busca, llama a las puertas que elijas, espera y confía en tu trabajo, porque tu editorial está ahí, en alguna parte, esperando a que des con ella. Pero no esperes a que ella llame a tu puerta, porque las cosas no funcionan así: no hay herencias perdidas que te correspondan en algún lugar perdido en el culo del mundo, y si algún ratón te busca para ofrecerte tu sueño en bandeja, antes que nada, desconfía. Por si acaso tú eres el queso.